TEXTO GANADOR DEL CONCURSO "CUÉNTANOS TU HISTORIA" - CECILIA TORRES CABRAL

  • miércoles, 26 de junio de 2013


  • CECILIA TORRES CABRAL
    CODIGO: 9506578
    BIBLIOTECA PÚBLICA DEL ESTADO



    “ MI HISTORIA COMO TRABAJADOR UNIVERSITARIO”

    Era una tarde del mes de Noviembre del año 1994; eso de las 14:15 horas; aproveche la hora de comida de mi trabajo para acudir a la Guardería que se encuentra sobre la calle de Escorza y Av. Vallarta, en esta ciudad de Guadalajara, Jalisco, para solicitar informes de dicha guardería para ingresar a mis menores hijos: Eduardo y Ernesto.

    A esa hora, había una infinidad de madres trabajadoras recogiendo a sus pequeños hijos, nunca he olvidado los rostros de esas madres: relajadas, felices por estar al lado de sus hijos, y que decir de los pequeñines, haciendo fiesta por reunirse con sus progenitoras.

    Cuando todas esas señoras desaparecieron y tuve la oportunidad de preguntar al personal de la guardería que porque habían recogido tan temprano a los niños, obtuve como respuesta que las madres de éstos niños, trabajaban para la Universidad de Guadalajara, y que a las 14:00 horas, era la salida de su jornada laboral, incrédula y fascinada por tener una oportunidad de laborar donde ellas, y poder disfrutar más tiempo a mis hijos, me dirigí al edificio Administrativo de la Universidad a solicitar informes de donde llevar mi solicitud de trabajo, teniendo como respuesta, que podía entregarla en el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Guadalajara, el cual, estaba a unos metros de la Guardería mencionada.

    Llegue al SUTUdeG, con tal entusiasmo, encontrándome en la entrada del mismo, a un señor fornido, güero-colorado, alto, narizón, que ahora se, que se llama Hugo, y le expresé mi deseo por pertenecer a las filas de trabajadores de la Universidad de Guadalajara, él muy serio por cierto, me pregunto ¿Qué sabes hacer?, le dije que era secretaria ejecutiva, que sabía contestar teléfonos, escribir a máquina manual y mecánica y tomar dictados en taquigrafía.

    Pero, era tanto mi entusiasmo, que el sr. Hugo no pudo negarse a darme la oportunidad, me solicito documentos y una fotografía para hacerme una credencial para presentarme hacer los exámenes en el edificio del SEMS, Manuel Acuña y Liceo. Me presente hacer los exámenes, y un mes después recibí la llamada en mi domicilio, donde me decían que tenía que presentarme a laborar al día siguiente a las 08:00 A.M en la Preparatoria de Tonalá. Sentía que el corazón se me salía de la emoción, por fin, mi deseo era hecho realidad, gracias a un Señor que había confiado en mí, sin conocerme, y aunque él no lo sepa, nunca lo he defraudado, me considero una buena trabajadora, y tengo bien puesta la camisa de la Universidad desde ese día y por siempre.

    Inicie mis actividades en la Preparatoria de Tonalá, en el departamento de Control Escolar. Atendía a los alumnos de bachillerato, dando información de su situación académica, así como entrega de cualquier documento personal artesanal, lo digo así, porque era desde recortar y pegar la fotografía de las credenciales, ponerles el nombre, enmicarlas, elaborar los certificados parciales o totales en máquinas de escribir, vaciar las calificaciones de los alumnos en la computadora. En fin, me encantaban todas esas actividades, me encantaba servir a los alumnos, los cuales me transmitían su energía y alegría , y a los profesores, los cuales me compartían su sabiduría. A finales de cada semestre, en temporada de evaluación, me convertía en el paño de lágrimas de ambos, por un lado los maestros renegaban de los irresponsables que los hacían ir en temporada de extraordinarios, y los alumnos porque los maestros los agarraban de bajada y los reprobaban.

    También en esa dependencia fui con mucho orgullo, la secretaria particular de la Maestra Lilia Margarita Lomelí Urquieta, que fue 6 años seguiditos la directora de la Prepa, y después la Asistente Particular, del Ingeniero Gerardo Durán Duran, que también fue director de la Prepa.

    En el año de 2003, me llamaron del sindicato para ofrecerme un escalafón en la Biblioteca Pública del Estado, me la pensé dos veces, antes de tomar la decisión, estaba muy encariñada con mis compañeros de trabajo, en especial con mi amiga Bertha Alicia López Suarez, con los alumnos, los profesores, con mi jefe el Ing. Juan Manuel Duran Duran, este jefe me apoyo mucho cuando yo era Representante Sindical de mis compañeros Adminstrativos, recuerdo que los académicos no querían que los administrativos conviviéramos con ellos en la fiesta decembrina, porque nos consideraban poca cosa, claro no todos los profes, y en charlas con mi director le propuse que hiciéramos la fiesta para los dos gremios y que ya no hubiera discriminación, el director se reunió con los dos representantes de los gremios SUTUdeG Y STAUdeG, y en la posada de la preparatoria de Tonalá, por primera vez, estuvimos reunidos todos los administrativos y académicos conviviendo en un bonito hotel de Plaza del Sol y compartiendo los regalos que donaba el patronato de padres de familia a los académicos, de igual manera, logre una oficina delegacional dentro de las instalaciones de la preparatoria.

    Después de analizarlo, tome la decisión de aceptar el escalafón que me ofrecía el SUTUdeG, y acepte irme a la Biblioteca Publica del Estado, aunque cuando llegue a esta, no fui aceptada por el Doctor Carlos Fregoso Gennis, el director, los motivos no los conocía, pero, me dieron una carta diciéndome que me ponían a disposición de relaciones laborales para que me reubicaran, esa acción me pareció descortés de su parte, y fui al Sindicato y me dijeron que ellos me habían asignado y esa orden debía respetarla y acatarla el Dr. Fregoso, y el desacato del director duro una semana, pero, yo espere tranquila todos los días de mi jornada sentadita en la sala de espera de la biblioteca, hasta que por fin, me recibió el director y me convertí en la Bibliotecaria de la tan prestigiada Biblioteca Pública del Estado “JUAN JOSE ARREOLA”, y con el tiempo, recibí muestras de cariño del director, llamándome “MI ABOGADA DE CABECERA”.

    A Consecuencia de las fracturas que tuvo el edificio de la biblioteca Pública del Estado, sede Agua Azul, cerro sus puertas al público, por el periodo de un año, en el cual, todos los trabajadores nos dimos a la tarea de limpiar libros, repararlos, y prepararnos para cambiarnos a la sede de 16 de Septiembre.
    Biblioteca
    Fotografía por Indira Merary Guardado Bueno
    de CUALTOS

    Nos cambiamos a 16 de Septiembre, en el mes de abril del 2004; al inicio no había usuarios, así que nos dimos a la tarea de hacer difusión, hicimos trípticos y días entregábamos afuera de la biblioteca, otros enfrente de catedral, investigamos cuantas escuelas había a los alrededores de la biblioteca, y acudimos con el director y maestros, así como a la hora de salida de los alumnos para invitarlos a las visitas guiadas y a los talleres, y, al cabo de un año, ya teníamos usuarios, y lleno total en los talleres de fomento a la lectura.

    En 2008, temporada de lluvias, eso de las 18.00 horas; estaba cayendo un tormenton en el centro de Guadalajara, y previo a la tormenta, afuera de la biblioteca, estaban trabajando los del ayuntamiento, dejaron una reparación inconclusa en la banqueta, en la esquina de Juan Manuel y Alcalde, área donde se inunda en temporal de lluvias, era tanta el agua acumulada que venció el subsuelo e ingreso toda esa agua de la tormenta a la biblioteca a través de un hoyo de aproximadamente de 40cms. de circunferencia. Yo estaba a escasos metros de la catastrofe. Era tanta el agua que ingresaba que empezó a inundarse rápidamente mi área de trabajo, en ese preciso momento, no había ningún jefe en la biblioteca, así que actué sin pensarlo, ordene inmediatamente a los usuarios que se retiraran, quedando voluntariamente solo tres usuarios para apoyar, forzamos las puertas del departamento de procesos técnicos, lugar donde se almacenan libros en cajas para su captura en Aleph, cajas que estaban sobre estanterías, sobre mesas y sobre el suelo, era un almacén de libros, e hicimos una cadena humana para poner a salvo todos esos libros, y los que se mojaron, rápido les dimos los primeros auxilios, sacándolos de la caja mojada y poniendo hojas secas entre sus páginas, en cuanto nos desocupamos del piso contemporáneo, fuimos rápidamente a apoyar a Martha Silva, al área de hemeroteca, anduvimos trepados como changos entre las estanterías, sacando las cajas con periódicos de entre las estanterías y trasladarlas a una parte alta, inmediatamente sacamos los periódicos de las cajas mojadas y los pusimos sobre mesas, aunque parezca increíble, no hubo pérdidas en los periódicos, a pesar de la cascada de agua que caía sobre ellos.

    El día del desastre, no me importo mojarme de agua sucia, no sentía el cansancio, trabaje sin parar hasta la madrugada, ese día, supe cuánto amor le tengo a mi centro de trabajo, el orgullo que siento por ser universitaria, ese día pude devolver un granito de arena, a tantas satisfacciones que me ha brindado la Universidad de Guadalajara, ese día no sé si hice bien o mal las cosas, solo sé que hice lo que me dicto el corazón. “Salvar el patrimonio de la UdeG.”

    La sede de la Biblioteca en 16 de Septiembre, fue cambiada a Belenes, en el Centro Cultural, así que va de nuevo, empezamos a empaquetar los libros y organizarlos, desarmar las estanterías, para que los mismos, llegando a su nuevo destino, Periférico Norte y Parres Áreas. Desempacamos los libros, armamos estanterías, acomodamos los libros, y espere ansiosa el día de la inauguración 08 de octubre de 2012; y, el día en la Biblioteca abriera sus puertas a los usuarios.

    Estoy en el piso 2, en el Fondo Contemporáneo, me gusta mi trabajo, me gusta servir a los usuarios. Cuando se presenta un problema en mi piso, trato de resolverlo, y cuando no está en mis manos, lo expongo a mi jefe inmediato, me gusta organizar el trabajo y ver la manera que mejor resulte, distribuyo actividades a los prestadores del servicio social, trato de tener buena comunicación con ellos, los hago sentir parte del grupo, eso me da buenos resultados en el trabajo, ellos ven la manera en que me dirijo con los usuarios, y ellos imitan mis acciones, eso me llena de satisfacción. Mis jefes me encomiendan trabajos confiando en mi capacidad, y para mí, es un honor realizarlos, porque cada enmienda me deja un nuevo aprendizaje. Definitivamente me gusta servir, ayudar, apoyar, porque si no, que vacía fuera mi vida.

    Cuando ingrese a la Preparatoria de Tonalá, solo contaba con la Secundaria, ahora, soy Abogada Titulada, gracias a la Universidad de Guadalajara, y el SUTUdeG, he logrado lo que soy y lo que tengo.

    1 comentarios:

    Colectivo Metamorfosis dijo...

    que bonita historia, felicidades¡¡¡

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